¿Cómo será el futuro? ¿Agente Inmobiliario o Personal Shopper Inmobiliario?

Para dar respuesta a estas preguntas, lo primero que debemos hacer es definir brevemente cada uno de estos profesionales. El Personal Shopper Inmobiliario y la Agencia Inmobiliaria.

El Personal Shopper Inmobiliario es un profesional que asesora a los compradores de inmuebles a niveles técnico, legal y financiero. Busca la propiedad, ahorrando hasta un 70 % de tiempo; negocia para el comprador, ahorrándole hasta un 20%; le aconseja a niveles técnico y legal ahorrándole quebraderos de cabeza; y le orienta a nivel financiero, ayudandole a elegir la mejor hipoteca.

Una Agencia Inmobiliaria, fundamentalmente ofrece un servicio comercial al vendedor de una propiedad. Ayudandole a vender su vivienda lo más caro y rápido posible. Si bien también existen los API (Agentes de la Propiedad Inmobiliaria) que poseen conocimientos financieros, legales y técnicos y pueden asesorar a ambas partes (vendedor y comprador) en esos temas. Si bien cobran su comisión al vendedor. Hecho que les posiciona claramente de su parte.

Desde su aparición en España en 2010 el número de profesionales que ofrecen el servicio Personal Shopper Inmobiliario crece de manera exponencial. Lo mismo ocurre con el número de clientes. Si bien, sigue siendo un servicio apenas conocido por el gran público.

En la compra-venta de un inmueble intervienen muchos profesionales: el vendedor (inmobiliaria o particular), el notario, el registrador, el banco… Incluso, en muchas ocasiones, también reformistas que ponen a punto la propiedad tras la compra.

El PSI es el único que se posiciona clara e inequívocamente del lado del comprador.

Todos los demás tienen intereses en que la propiedad sea lo más cara posible y así sus comisiones aumenten.

Desde mi punto de vista el servicio PSI crecerá los próximos años, y crecerá mucho. O, al menos eso espero.

Pero las agencias inmobiliarias nunca desaparecerán. Pues muchas veces venden viviendas de personas que, por circunstancias, no pueden ocuparse personalmente de la venta. A veces son personas muy mayores, que venden la casa para irse a una residencia, o incluso ya están en ella. Otras son sus herederos, que residen en distinta localidad. O personas que se han visto obligados a cambiar de ciudad por motivos laborales, o de cualquier otro tipo. En esos casos existe una necesidad real de este servicio que siempre existirá.

A las agencias inmobiliarias les ha salido una dura competencia a través de los portales inmobiliarios de Internet.

Pues actualmente es muy fácil que el vendedor cuelgue un anuncio de su propiedad ahí. Y también es muy sencillo que el comprador lo encuentre. Situación que dista mucho de la época anterior a Internet, donde la única forma de que el comprador localizase un piso en venta era buscar calle a calle los carteles de “se vende” o dirigirse a las inmobiliarias.

De hecho, hoy en día, casi ningún comprador visita las inmobiliarias en busca de viviendas. Simplemente buscan la casa por Internet, y llaman al teléfono que sale, sea de particular o de inmobiliaria.

Últimamente les ha salido otro competidor bastante duro. Son las agencias inmobiliarias “on-line”. Son inmobiliarias sin una sede fija, que operan exclusivamente a través de Internet. Housell.com es una de ellas. Y basan su éxito en cobrar al vendedor unas cantidades mucho menores (rondan los 1000 € por comercializar un inmueble) a las que cobra una inmobiliaria tradicional.

Hoy en día es muy fácil encontrar una propiedad a la venta, fundamentalmente gracias a los portales de internet. Incluso a través de fotos o vídeos el comprador puede hacerse una idea de cómo es ese inmueble.

Por tanto, el vendedor, cada vez tiene más opciones para comercializar su inmueble.

Sin embargo, el Personal Shopper centra sus servicios en satisfacer al comprador. Vela de manera incondicional por sus intereses.

Ve lo que el comprador no puede ver.

Al ser un profesional es capaz de analizar los inmuebles a nivel técnico y legal, anticipándose a futuros problemas. Es capaz de analizar con precisión los costes de mantenimiento de cada propiedad, valorar los costes que supondría ejecutar una reforma…

En definitiva, el PSI ofrece al comprador un servicio útil y completo.

Por el contrario, la inmobiliaria ofrece un servicio centrado en el vendedor, pero le ha salido mucha competencia.

Al final el que paga la factura es el comprador. No nos engañemos, aunque una inmobiliaria cobre sus honorarios al vendedor, esta cantidad no deja de incrementar el precio del inmueble. Y el servicio que da está mucho más enfocado al vendedor que al comprador.

No pongo en duda su buen hacer y su labor, pero si me pidiesen que indicase que porcentaje aporta a cada una de las partes diría que al vendedor le aporta un 80% y al comprador un 20%.

Bajo mi punto de vista, llegará un momento que los profesionales inmobiliarios serán un 70% Personal Shopper y un 30% Agentes inmobiliarios.

¿Cómo será el futuro? Solo el tiempo lo dirá.

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