Los precios de la vivienda no van a bajar por la crisis del Covid-19

Lo sé, el título de mi artículo es muy polémico.

Muchos de los que estáis leyendo tenéis el deseo de que la vivienda baje. Y eso es porque tenéis en mente comprar una vivienda en los próximos 12 meses.

Si fueseis propietarios no desearíais que los precios cayesen; y si vais a vender, las bajadas os aterrorizan.

Bueno, pues voy a argumentar mi rotunda y polémica afirmación.

1.      Son muchos los que tienen planeado comprar vivienda los próximos meses.

Y ese factor en si mismo hace que los precios suban, o al menos no bajen.

Al final el mercado de la vivienda viene definido por la ley de la oferta y la demanda. Y si la demanda existe y es fuerte, los precios dependerán de la oferta que sea más o menos numerosa…

Pero tal y como expongo en el siguiente punto, nada apunta que la oferta vaya a crecer mucho.

2.      Las ayudas gubernamentales han hecho que empresas y particulares no tengan problemas de solvencia.

Al menos de momento…

Lo cierto es que, entre los ERTE, las ayudas a empresas y la renta básica; tanto empresas como particulares han perdido el miedo a verse en la calle desahuciados.

Por eso no hay tanta prisa por vender las propiedades.

3.      Muchos agentes del sector inmobiliario esperan una recuperación en forma de V o U.

De hecho, muchos inversores también, por eso quieren comprar en plena crisis con fuertes descuentos para luego revender y ganar una pasta.

Pero ese pensamiento es tan generalizado que muchos vendedores prefieren mantener los precios y posponer la venta. Es mejor vender dentro de 1 año y a buen precio que hoy con descuentos.

4.      Devaluación del Euro.

En los últimos meses son muchas las ayudas que la Unión Europea y los estados están dando a los ciudadanos. Generando un gran endeudamiento para los estados y para la propia UE.

Incluso instituciones tan conservadoras y abanderadas de la moderación salarial durante décadas como el FMI apuestan por el crecimiento de los salarios.

Quizá la Unión Europea tenga planeado resolver la crisis del mismo modo que se resolvían las crisis económicas en los años 70’s, 80’s y 90’s: devaluando la moneda un poco, permitiendo cierto nivel de inflación.

Ante este panorama, los ahorradores buscaran una inversión refugio en la que salvar sus ahorros. Y ¿Cuál hay mejor que el ladrillo? (al menos para pequeños ahorradores o inversores poco avezados).

5.      Intereses por los suelos.

A nadie se le escapa que los intereses están por los suelos. Basta con tener un deposito a plazo fijo en cualquier banco para darse cuenta de que la rentabilidad es inexistente.

Además, los bancos siguen concediendo hipotecas. Y con unos intereses bajísimos.

Por tanto, si dispones de ahorros, ¿Qué mejor que invertirlos en ladrillo?

6.      Comprar para alquilar sigue siendo un buen negocio.

Dicen que se ha pinchado la burbuja del alquiler. Quizá sea cierto, pero alquilar viviendas sigue siendo muy rentable.

Por eso los inversores seguirán comprando para alquilar.

7.      Quizá repunte la construcción.

Los factores expuestos anteriormente suponen cierto crecimiento en la demanda de viviendas.

Ahora la gente prefiere viviendas más espaciosas y con espacios privados al aire libre (terrazas, patios o jardines).

Quizás algunas administraciones apuesten por medidas que promuevan la construcción. Es necesario reducir el paro. Y no hay nada que reduzca el paro tan rápidamente y en tan gran medida  como la reactivación de la construcción.

Resumen.

Si eres un particular que busca una vivienda para vivir en ella, no esperes mucho, no se esperan grandes bajadas.

Si eres un inversor, estate atento a la situación, quizá encuentres alguna ganga, pero será la excepción.

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